SOBRE NOSOTROS
La Fundación Gaviota Risueña imagina un mundo más equitativo, justo y sostenible. Como socio solidario, estamos comprometidos y somos intencionados, y nunca apartamos la vista del horizonte.
Fundada en 2012 como una fundación familiar progresista arraigada en el Sur y comprometida con la justicia, Laughing Gull Foundation garantiza que los líderes de primera línea dispongan de la financiación, los recursos y el apoyo necesarios para construir el poder y lograr el cambio. Con sede en Durham, Carolina del Norte, y un equipo de personas dedicadas, diversas y solidarias, impulsamos nuestra misión a través de la concesión de subvenciones, la organización de donantes y las prácticas de inversión financiera.
Nuestra misión
Redistribuir nuestros recursos para reparar, rehumanizar y transformar relaciones, instituciones y sistemas.
Nuestra visión
Imaginamos un mundo de comunidades sostenibles, liberadas del daño intergeneracional del racismo estructural y la desigualdad económica, que vivan en equilibrio con la Tierra. Prevemos que tanto los derechos humanos como los ritos de paso humanos incluyan a todos por igual y plenamente, especialmente a aquellos que han sido marginados de nuestra familia humana.
Nuestro compromiso de reducción del gasto
Nuestra decisión de gastar los activos de la Fundación Laughing Gull es tanto personal como política. A través de la fundación, estamos redistribuyendo intencionadamente la riqueza fuera de nuestra familia y hacia la comunidad, reconociendo el injusto sistema económico y la historia racista que hicieron posible esta acumulación de riqueza. En 2016, establecimos un plazo de veinte años para el plan de gasto debido a la urgencia de las injusticias que LGF aborda, el imperativo moral de mover los activos fuera del control de la familia, y el deseo de los fundadores de ser testigos de muchos de los impactos del trabajo de la fundación.
Nuestro compromiso con la equidad racial
Reconocemos que el racismo estructural está en la raíz de nuestra sociedad y de todos los sistemas en los que trabajamos. Por ello, utilizamos una perspectiva explícita de equidad racial en todas nuestras decisiones y acciones, y estamos en continuo aprendizaje para hacerlo mejor.
Nuestros valores y nuestra cultura
CREACIÓN DE PODER COMUNITARIO + HUMILDAD
Reconocemos nuestro privilegio como fundación familiar y ofrecemos nuestros recursos al servicio de nuestros socios para transformar a las personas y el planeta.
Respetamos y honramos la experiencia, las ideas, las soluciones y el liderazgo de nuestros socios; en primer lugar, las personas y comunidades directamente afectadas.
Damos prioridad a las inversiones en las personas y comunidades que trabajan más cerca de los problemas.
IGUALDAD + JUSTICIA
Reconocemos que quienes se encuentran en la intersección de múltiples identidades marginadas experimentan las mayores disparidades.
Respetamos la dignidad y el valor de todas las personas y creemos en la igualdad de oportunidades, independientemente de dónde vivan, del color de su piel o de a quién amen.
Valoramos las relaciones informales y directas y rechazamos las jerarquías innecesarias que crean desequilibrios de poder.
MEDIO AMBIENTE + SOSTENIBILIDAD
Somos solucionadores de problemas sinceros y comprometidos, y reconocemos que no hay mayor problema que resolver ni mayor amenaza para nuestro futuro que el cambio climático.
Invertimos en beneficiarios que lideran con valentía la lucha contra la emergencia climática.
Apoyamos proyectos y prácticas que contribuyen a un planeta más sostenible, reconociendo que la salud y el bienestar de las personas de todo el Sur dependen de un medio ambiente sano.
INCLUSIÓN + CONEXIÓN
Damos prioridad a la comunicación respetuosa, la honestidad, la atención centrada y la escucha profunda. Promovemos activamente un espíritu de apertura y compromiso entre nuestra familia, nuestros compañeros y las generaciones futuras.
Abrazamos la conexión y las relaciones con los demás. Somos colaboradores ardientes y empáticos y nos unimos a otros para impulsar nuestra misión y lograr un impacto mayor del que podríamos lograr solos.
Mantenemos y expresamos alegría y amor, incluso, y especialmente, en los momentos difíciles.
Nuestra historia
Fundamos la Fundación Laughing Gull en 2012 y queremos contarte un poco cómo surgió. La historia de nuestra extensa familia abarca muchas generaciones de riqueza y privilegio en el Sur. Aunque nuestras raíces están en el sur de Virginia, desde los años 60 hasta los 80 pasamos semanas cada verano en la casa de playa de nuestra familia en Laughing Gull Road, en una isla marina de Carolina del Sur. Esos días calurosos y húmedos bajo el musgo español nos conectaban con la familia y con el Low Country, en toda su belleza y complejidad.
Cuando nos reunimos para crear una fundación, la imagen de una gaviota reidora resonó en todos nosotros. Remite a esa experiencia estival compartida y a nuestro antepasado, que construyó la casa familiar en la playa y amasó la riqueza que heredamos. También hace referencia a nuestra decisión de redistribuir esa riqueza de forma contraria a los valores históricamente conservadores de nuestra familia.
Midge (que preside el Consejo de Administración de LGF) fue criada como una típica belleza sureña. Sin embargo, sus padres no contaban con la compasión y curiosidad innatas de Midge. Es una apasionada del aprendizaje permanente, que siempre invita a una conversación profunda desde diversas perspectivas. Crió a sus dos hijas, Meg y Emily, inculcándoles sus valores innatos de humildad, integridad y gratitud. A lo largo de los años, esos valores evolucionaron para las tres mujeres a su manera, dando lugar a compromisos compartidos con la igualdad, la justicia y la liberación.
En los años setenta, el padre de Midge conoció a Warren Buffet y empezó a invertir el patrimonio familiar en Berkshire Hathaway, lo que supuso un aumento sustancial del patrimonio familiar. Cuando sus padres fallecieron a principios de la década de 2000, Midge buscó la opinión de asesores de confianza mientras pensaba en cómo alinear sus recursos heredados con sus valores. Meg y Emily se unieron a ella en este proyecto, junto con la esposa de Meg, Sarah. La perspectiva de dar un giro radical a la trayectoria financiera de la familia era desalentadora, pero también emocionante. Los bienes de nuestra familia siempre habían sido gestionados por los hombres de la familia, y a las mujeres se les decía que "no se preocuparan por sus bonitas cabecitas". Todos pensamos que había llegado el momento de cambiar esa narrativa y redistribuir esos recursos.
Tras considerar nuestras opciones, decidimos crear una fundación familiar con sede en Durham, Carolina del Norte, nuestra ciudad natal. Con el fin de maximizar el impacto de nuestros recursos, no sólo queríamos financiar los movimientos por la igualdad y la justicia en el Sur, sino apoyar los esfuerzos para aumentar los recursos disponibles para esos movimientos en todo el Sur, y pensamos que una fundación nos daría la plataforma para hacerlo. Decidimos llamarnos Laughing Gull Foundation y nos convertimos en el consejo fundador.
En nuestra familia no había antecedentes de filantropía organizada, por lo que poner en marcha LGF era una empresa de gran envergadura. Dada su experiencia en gestión de organizaciones sin ánimo de lucro y filantropía, Meg aceptó ejercer de Presidenta y Directora Ejecutiva en la fase inicial de la FCL. Durante los cinco años siguientes, trabajamos duro para crear la misión, la visión, los valores, la estrategia, las políticas y los programas de la fundación. También decidimos distribuir los activos de la fundación en un plazo de veinte años. En este proceso contamos con el apoyo de un equipo de asesores y consultores maravillosamente sabio y alentador.
En 2017, Meg se alejó de las operaciones cotidianas de la fundación para que LGF se convirtiera en la increíble organización dirigida por personal que es hoy. Estamos agradecidos por este viaje, por todos los que han influido en nosotros a lo largo del camino y, especialmente, por las organizaciones a las que tenemos el honor de apoyar mientras trabajan incansablemente para promover el amor, la igualdad y la justicia en el Sur.
- Midge, Meg, Emily y Sarah